POEMAS

POEMAS

Marianna Kijanowska
Traducción: Ángela Espinosa Ruiz
 

 
***
cada amor
para cada cual es único
como el aire de cada uno
que deja y no deja respirar
yo solo sé
que estamos juntos
el amor el aire y yo
o mejor dicho
yo soy el aire del amor

***
esto es lo que sé
un alma a la medida del mundo
unos zapatos para caminar entre las estrellas
unas estrellas para mirarlas

los días oscuros
una mirada sin derechos ni luz

***
nacida en el norte sur este oeste
la guerra se lleva las palabras de todas partes
en mí y en ellas

***
iracundos los bosques y negros bajo las estrellas
de árboles inmortales y vivos que todo lo llevan
cual personas furiosas que van por la tierra por toda
como árboles vivos no mueren furiosas personas
incluso en la ciudad al principio del fin y el calvario
el arbusto el principio el alef y el quieto calendario
no se mueve moisés no se mueve el alef y sus tablas
nuestra ira el principio de todo que siempre se alarga
iracundos primero callamos y luego gritamos
somos todo el alef somos lo que una vez empezamos
nos brillan las aves los nidos contienen estrellas
que lanzan sus rayos desnudos y que entre ellos vuelan
sobre el bosque caminan van negros de hiel cicatrices
y el cielo recita a la tierra furiosas raíces
yo digo personas furiosas como la raíz digo
en el fuego empieza el alef que trae cambios consigo
los inmortales árboles llevan consigo los males
y nosotros personas furiosas somos inmortales
no nos mata el metal no nos matan las alzadas armas
tras el monte está el agua tras ella monte tras montaña
donde el dnieper comienza el alef somos ucrania y fuerza
bosques alas personas furiosas bajo las estrellas
somos los iracundos de amor en la furia y la vida
somos negras cerezas con pena bordada de espinas

***
explosiones del corazón

***
el cabello aún vive aún se mueve
podría haber muerto ya pero no
prefiere que muramos juntos

miércoles en mitad del camino
en mitad del tren
en mitad del año (justo medio año de guerra)
miércoles con medio calendario en el bolsillo
absorbe el jugo de todos los árboles y estos
se retuercen y sangran

sopla el viento el cabello se eleva y baja
yace junto a su cuerpo
sigue acariciando la muñeca arrancada y ella
se acalla se ennegrece llora

***
el cruce es un lugar cerca del corazón,
un poco a la derecha,
por la calle de la columna
se puede seguir todo recto, arriba,
hasta el callejón sin salida bajo la calavera

en el tiempo mañana dan nieve,
tanta nieve que los tranvías no llevarán solo personas,
sino también ángeles de antes de Navidad

los ángeles de algunos son ya débiles, viejos,
tienen fiebre y les dan escalofríos,
pero la nieve lo igualará todo

caminará entre los pasajeros
penetrantemente, rápido y alto,
como un sonido traído de la infancia

el portador no está aquí, una orilla cercana al corazón
le cogerá a ese ángel una moneda,
o su caparazón entero y desnudo
(aunque puede que no muy entero)
de ese tiempo y ese lugar, de la memoria,
y de la infancia en el camino –

lo llevará hasta la Estrella de Belén

donde los copos de nieve empezaron a caer en masa hacia arriba
donde Júpiter, Saturno, los dientes de león y las mariposas
donde cubre el dolor
y la salvación

***
sangre y leche de las vivencias ajenas
leche y sangre de la ubre caliente
de las vivencias ajenas

los puños casi llenos del hacedor de nieve

alguien la creado
días de primavera de esta noche

el yin y el yan brillan tatuados
de fuegos artificiales crematorios

la templada ubre de mariupol es horrible
penosa seca y estéril

***
los minutos se van en sonidos y olores cortados
en trozos de segundos que vuelan sobre mi cabeza
yo sentada en la cama mirando a la nada y mis manos
negras y ensangrentadas de hierba de escarcha y de tierra
el mundo se ha abierto y sangra ctónico malévolo nocturno
y resuenan a vista de todos cañones espesos
«no me mates» se ha roto entre mi ratón y mi teclado
ni una casa ni un gato ni un hombre no queda ni eso
de nuestros horizontes no queda siquiera el pasado
«no me mates» es como «no temas» mata al enemigo…
tal y como en mariupol al fondo de la oscuridad
las palomas-mujeres arrullan invisibles nidos
los bebés y los niños no pueden crecer de verdad
sentenciados sin culpa por bombas por hambre y ya muertos
los minutos se hacen añicos y el mismo dolor
tanto pide venganza que tiembla todo el firmamento

***
cual persona buscando una casa, una abeja quemada
allí donde no hay casas, hay solo ruinas sobre ruinas
lloro, luego existo, que el llanto está antes que nada
como grita al vivir un bebé de las ucranias vivas
el verano comienza pide segar lo no segado
piden venganza las voces de los niños muertos
estoy muda enmudezco yo y ruego y sigo rogando
salva a mi pueblo Misericordioso Señor nuestro
Brotan tumbas del pozo donde estaba la guardería
aguas sucias y dulces y de centenos generosas
Santa Madre de Dios, ten piedad rezo todos los días
del corazón humano, oh Santa pura y dolorosa
a través de la muerte y los gritos otorga al que llora
tu intercesión bendita en los cielos constancia y ardor
que a mi Ucrania por fin de salvarse le llegue la hora
date tu Protección tu victoria
oh, Madre, tu amor
que en nuestra nueva tierra libre nos nazcan más niños
que acabe esta masacre y se vayan el miedo el horror
danos tu Alegría Santa, que ya no olvidemos reírnos
sin veneno que nos acordemos en el corazón
esto no solo es cruel destrucción no solo es una guerra
es una era nueva en la frontera que comienza a arder
sálvanos, Poderoso, trae paz y victoria a la tierra
esta guerra incurable volverá a ser polvo también