POEMAS

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Morti Black 
Traducción: Ángela Espinosa Ruiz
 

 
***
desyerbando los lechos de mis pensamientos, los saboreo en mi lengua,
les doy vueltas, cual antiguos vinilos, a todos ellos.
de cada uno de ellos sale una espina,
como si se me atascara en algún lugar de los pulmones:
„pensaba que tendríamos más tiempo“ –
me digo a mí misma mientras preparo la mochila para un viaje a lo desconocido.
„pensaba que tendríamos más tiempo“ –
lo escucho en mi cabeza con el traqueteo del tren de evacuación.
„pensaba que tendríamos más tiempo“ –
me digo a mí misma mientras huyo más al oeste por Ucrania.
„pensaba que tendríamos más tiempo“ –
y todas las angustias, dolores, desamores y dramas personales
parecen tan insignificante sobre este lecho,
en el contexto de que no tuvimos tiempo suficiente,
nadie tuvo tiempo suficiente para prepararse.
me siento, desyerbo los lechos de mis pensamientos y pienso
que ni el universo entero puede contener tiempo suficiente,
y por eso permitir que estos pensamientos crezcan dentro de mí
no tiene sentido.

***
las luces de nuestros cigarrillos abren un camino entre corazones,
está oscuro en la cocina porque ahora no parece seguro encender la luz.
en la habitación, las ventanas están tapiadas; las contemplo por quinto día como algo ya natural,
en una de ellas, una amiga escribió „a la mierda la guerra“ el primer día.
el corazón recién empieza a sentir lo fuerte que late, está desgarrado por el dolor
por nuestra ciudad andrajosa, caminos de vida cortados en jirones.
vas a la tienda porque ya no puedes quedarte en casa,
y luego descubrirás que al mismo tiempo, en el barrio de al lado, personas iguales que tú
se han reducido a pedazos por los ataques del odio y la rabia ajena.
beber oolong bajo el ruido de los disparos tiene un no-sé-qué especial,
cocinar al son de canciones revolucionarias, recoger las cosas con Okean Elzy de fondo.
hay una línea omitida de palabras malsonantes sobre lo bien que estaría yo sin ella.
he aquí una línea tachada de hate contra ya sabéis qué nación, lo que obviamente no es suficiente.
aquí hay una línea de amor y gratitud sin límites a los hermanos y hermanas
que hacen más de lo que pueden, no os castiguéis porque os falten fuerzas.
mi corazón se llena de dolor cuando miro toda mi vida,
que cabe en unas cuantas mochilas, pero también contiene una fe inconmensurable.
fin del reportaje existencial de Kharkiv.
estaremos en contacto.